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Parque de la Alameda

Parque de la Alameda
¡ El Parque de la Alameda se viste de otoño! Vale la pena visitar Santiago

Día 3 de septiembre, nuestra segunda etapa y probablemente la más dura

Quizá la etapa más corta, pero con un durísmo trazado

Hoy nos hemos levantado con muchos ánimos, sabiendo que nos enfrentamos al O Cebreiro, pero también seguros de que vamos a salir airosos del reto. Eso lo pensamos según está Daniel inmortalizándonos para la posteridad, pero cuando lleguemos a lo más alto de la cima, nuestra percepción de la realidad va a se otra completamente diferente.

Sólo nosotros dos y el castillo templario a nuestras espaldas


Salimos de Ponferrada tras hacernos una foto con el castillo de los Templarios al fondo, y como ellos, decidimos luchar contra todo aquello que se nos ponga por delante, que en el día de hoy no va a ser tanto el frío como las subidas, que no bajadas, que nos encontraremos en nuestro peregrinaje.

Con las indicaciones que nos dan en el hotel, salimos de Ponferrada sin muchas dificultades y dando un largo rodeo ya que en lugar de avanzar hacia el oeste lo hacemos hacia el norte, donde se encuentra Compostilla.

Casi sin percatarnos de nuestro avance, nos dan la bienvenida las primeras casas de Columbrianos y los cultivos de vid que jalonan la iglesia de San Esteban.

Pasada la iglesia descendemos para cruzar la CL-631 y entrar así en el núcleo poblacional. Junto a la capilla de San Blas y San Roque dejamos Columbrianos y sin que nos abandonen en ningún momento las casas, nos recibe Fuentes Nuevas, donde un crucero con las figuras de Santiago Peregrino y Cristo Crucificado da la bienvenida a los peregrinos.

Salimos de Fuentes Nuevas y recorriendo el tramo más tranquilo de la etapa nos encontramos con Camponaraya, que el Camino atraviesa de un lado a otro de la población. Es más de un kilómetro y medio de casas y aún nuestras piernas se encuentran a pleno rendimiento. Todavía en este tramo nos podemos deleitar con los parajes del Bierzo, que luce su fisonomía salpicada de chopos y viñedos. 

Continuamos por la carretera, pues hacemos tramos con los caminantes a pie y otros siguiendo la estela de los pocos coches que pasan por la antigua N-VI y entramos en Cacabelos por la calle Cimadevilla. 


Este  cartel confirma que hemos llegado a la localidad de Cacabelos




Pasada la iglesia de Santa María -conserva el ábside románico- progresamos hasta el río Cúa, afluente del Sil. Tras cruzar el  río nos encontramos con el Santuario de la Quinta Angustia, donde queremos parar a sellar la credencial, pero nos resulta imposible porque hoy es lunes, y este día de la semana es el elegido para cerrar muchas iglesias y monumentos en Castilla y León. ¡En otra ocasión será!. Sellos no nos van a faltar a lo largo del Camino.

Pasado Cacabelos y hasta Pieros empezamos a encontrarnos con algunos repechos, que ya serán la constante de aquí hasta el final de la etapa. 

Con estos toboganes, rompepiernas para nosotros, llegamos a las puertas de Villafranca del Bierzo, entrando por la románica iglesia de Santiago, donde paramos a sellar nuestra credencial, no en la iglesia, por supuesto, ya que está cerrada, sino en el refugio Ave Fénix. Nos hacemos la foto de rigor ante la Puerta del Perdón y salimos del municipio bordeando el castillo, atravesando la calle del Agua, mencionada en todas las guias que hacen referencia a esta población.

Una panorámica de Villafranca del Bierzo

Puerta del Perdón

Albergue donde paramos a sellar la credencial y que nos indica algunas de las distancias del Camino

Un pequeño alto en el camino antes de seguir la ruta




Cruzando el rio Burbia abandonamos la localidad de Villafranca, lugar donde conseguía la Compostela todo aquel romero que se encontraba imposibilitado para llegar a Santiago, y pasando junto a un monumento al peregrino, volvemos a la carretera pedaleando en paralelo al río Valcarce. 


 Durante unos kilómetros avanzaremos junto con los caminantes por un carril peatonal, muy por debajo de los viaductos que sobre nuestras cabezas marcan el trazado de la autovía A-6.

A la izquierda está el carril por donde vamos transitando
En este punto nos desviaremos hacia Pereje, pequeña población berciana que como las que hemos visto hasta ahora, dispone de unas pocas casas y algunos servicios para el caminante. 

Nuestro discurrir entre bosques de chopos y castaños a la orilla del Valcarce nos conducirá directamente a Trabadelo, donde un nuevo sello, en esta ocasión del hospital para peregrinos, aumentará la considerable colección que desde que salimos de Astorga hemos recabado.


Junto a la Iglesia se encuentra el Hospital para peregrinos

Detalle de la espadaña
El trazado que estamos siguiendo nos lleva una y otra vez a cruzarnos con el río Valcarce y su ribera, salpicada de espléndidos castaños, y con un pedalear pausado y rítmico llegamos hasta las puertas de La Portela de Valcarce, encajado entre los altos montes que lo circundan.

Los viaductos  de la A-6 van muy por encima de nuestras cabezas
Un desvío apenas trescientos metros adelante nos conducirá a la entrada de Ambasmestas, donde pararemos de nuevo a sellar nuestra credencial. Aún el cansancio no ha hecho mella en nuestras piernas, pero nos vamos preparando porque en breve, una vez pasado el municipio de Vega de Valcarce y alcanzado Ruitelán, comenzaremos el ascenso a O Cebreiro.


Este mojón no necesita palabras

El parque natural de Os Ancares nos espera, y con él la subida a O Cebreiro



A estas alturas de etapa tan sólo hemos ganado 171 metros de altitud. La base del puerto está cerca. A la salida de Ruitelán la pendiente se recrudece un poco, tan sólo un pequeño aperitivo de lo que vendrá después. Algo más arriba, a la izquierda, tomamos el desvío que baja hasta las Herrerías. Antes de llegar a este pequeño núcleo cruzamos el río Valcarce por un puente de piedra.


Estamos acercándonos a la temida ascensión



Tras atravesar esta población continuamos hasta el barrio de Hospital, que toma su nombre de una antigua enfermería establecida en este punto para peregrinos ingleses. Al abandonar este conjunto de casas comienza la verdadera ascensión a O Cebreiro.

Un duro repecho nos lleva al punto en el que los caminantes deberán tomar la senda que nace a la izquierda de la pista asfaltada y los ciclistas deberemos continuar de frente por el asfalto.


Los caminantes por tierra

Los ciclistas por asfalto

Nuestro altímetro nos indica que estamos subiendo rampas de entre un 14 y un 18% de desnivel, y aunque lo hacemos bajo un dosel de hojas caducas de castaños y robles,este escenario no impide que el calor y la dureza del asfalto empiecen a pasarnos factura.

Este es el paisaje que nos encontraremos en toda la subida

En este punto no hay vuelta atrás



Tras aproximadamente una hora de ascenso continuado, llegamos a las proximidades de la Faba, donde no llegamos a pasar, pues los ciclistas llevamos un itinerario distinto de los caminantes a pie.

Lo que sí compartimos con ellos es el paisaje, pues comenzamos a salir a un terreno abierto de pastizales con vistas a los bosques atlánticos.




Pero las vacas no son los únicos animales que pacen en estas laderas. A su abrigo existen unos pequeños animalejos llamados tábanos, que nos tomarán por su comida del día, y dejarán las piernas y brazos de Daniel señalados con unas tremendas picaduras que hacen mucho más molesto el resto de la ascensión.


Las amplias panorámicas influyen en la percepción de la pendiente, que se torna ligeramente más suave hasta alcanzar el último pueblo de León en el Camino de Santiago Francés: Laguna de Castilla.

Una botella de agua y tomamos aliento para continuar
Aquí haremos una pequeña parada para refrescarnos y tomar aliento, que va siendo necesario, pues aunque la mayor parte de la ascensión ya está superada, aun nos queda por afrontar el tramo más duro de la subida. 


Unos 700 metros más arriba de Laguna de Castilla aparece el primer mojón jacobeo con señalización de distancias. Es el 152,5 y lleva la inscripción Os Santos (del Teso dos Santos).



Aún nos quedan aproximadamente tres kilómetros de exigentes repechos, más del 22% de desnivel, pero sabemos que el final del trayecto ya está cercano. Por fin pisamos Galicia, y concretamente, la provincia de Lugo. La etapa reina está a punto de concluir.

La inscripción reza "tú eres un héroe" y vaya que es verdad
Fatigados, solventamos el último kilómetro hasta la iglesia prerrománica Santa María la Real, que junto a nuestra familia nos da la bienvenida a O Cebreiro.

Aunque con sufrimiento, hemos superado la etapa

Nuestras caras de felicidad indican que estamos muy satisfechos con nosotros mismos
Una buena “estrella de Galicia” y un suculento plato de pulpo nos confirmarán que hemos entrado en el territorio gallego del Camino de Santiago.

En esta etapa el perfil y el tiempo son inversamente proporcionales




1 comentario:

  1. Vaya nadera de Indurain, aunque la cerveza y el pulpito no entra dentro de la dieta. Mas spaguetis y menos cervecita.

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