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Parque de la Alameda

Parque de la Alameda
¡ El Parque de la Alameda se viste de otoño! Vale la pena visitar Santiago

Para descansar, sólo carretera. Día 6 de septiembre, de Palas de Rei a Salceda


La quinta etapa de nuestra travesía la hemos planeado como un paseo relajado, pues después del día de ayer, que seguimos las sendas de los caminantes y durante largos trechos tuvimos que apearnos de nuestras bicicletas y caminar junto a ellas, hoy queremos pedalear hasta Salceda, por lo que elegiremos el asfalto para avanzar hacia Santiago.

En esta jornada el municipio de Palas de Rei no será testigo de nuestra salida, como lo han sido hasta ahora el resto de poblaciones donde hemos finalizado el trayecto, sino que optaremos por partir desde San Pedro de Meixide, parroquia donde pernoctamos en la noche de ayer.

Un roble centenario presencia nuestra salida desde Meixide
Descansar en un pazo rehabilitado y oír únicamente los sonidos del campo, ha llevado descanso a nuestras fatigadas piernas y sosiego a nuestro espíritu.

Después de reconfortar nuestros cuerpos con un buen desayuno, que nos sirven en el mismo pazo, tomamos la carretera Vegadeo– Vilagarcía de Arousa , o lo que es lo mismo, la N- 547, que nos conducirá a Melide, donde estamparemos el primer sello del día en nuestra credencial.


El hecho de pedalear por el asfalto no impide que lo hagamos a través de tramos espectaculares de árboles centenarios y paisajes de ensueño. 


Siguiendo nuestro mismo recorrido encontramos algunos peregrinos a pie, suponemos que cansados de las constantes subidas y bajadas de este tramo, pero lo normal en este punto del trayecto es que ellos caminen por pistas asfaltadas o corredoiras hasta alcanzar el río Pambre en Ponte Campaña, municipio perteneciente a la parroquia de Mato.


Progresando en nuestra misma dirección los romeros cruzarán Porto de Bois y Campanilla, pequeña aldea de la parroquia de Mato y última población lucense en el Camino. 


O Coto, primera aldea coruñesa perteneciente a la parroquia de Leboreiro, ya en el Concello de Melide, recibe a los caminantes, mientras que nosotros seguimos por la misma N-547, que desde que hemos entrado en la provincia de A Coruña, se denomina Carretera Santiago – Gutín.
El cartel con la salida hacia Leboreiro, definido en la antigüedad como Campus Leporarius o campo de las liebres, nos lo encontramos a la izquierda de nuestra marcha, mientras que nuestros compañeros caminantes cruzarán el municipio de un lado a otro.

En ese trayecto encontrarán a la entrada de la localidad, un Cabazo muy bien conservado, que no es otra cosa que un canasto gigantesco concebido para realizar las mismas funciones que los hórreos. Inmediatamente detrás podrán admirar la interesante iglesia de Santa María, románica de transición.

Hemos llegado al punto, antes de entrar en Melide, que vamos en paralelo a los caminantes, nosotros sin abandonar el asfalto y ellos por el Parque empresarial de Melide, también llamado de la Magdalena. 

Apenas un kilómetro después cruzamos el río Furelos, afluente del Ulla, aunque los viandantes lo hacen por un puente medieval y nosotros no dejamos la calzada. 


La parroquia de San Xoán de Furelos, antesala de Melide, nos recibe y sin abandonar la hilera de viviendas, ingresamos en la capital del Concello. 
Ayer estuvimos aquí degustando un pulpo exquisito. Hoy sólo pararemos a sellar la credencial

Es Melide un municipio dotado de todos los servicios y famoso, sobre todo por su pulpo y su albariño, pues sus pulperías están mencionadas en cualquier guía de peregrinos que se precie.
La larga Avenida de Lugo nos conduce hacia el centro de la villa, donde encontramos la capilla de San Roque y su crucero del siglo XIV. Aquí pararemos a estampar el primer sello del día en nuestra credencial, pues hemos puesto tantos en las jornadas que llevamos de camino, que apenas nos queda espacio para que cumplamos el requisito de dos timbres por día, uno a la salida de la etapa y otro a la llegada.

Una calle de Melide
En la plaza Do Convento se dan cita el antiguo hospital de peregrinos, que alberga hoy el Museo da Terra de Melide, el Convento del Sancti Spiritus y su iglesia; el edificio del Ayuntamiento del siglo XVIII y la capilla de San Antonio, que una vez rebasada nos llevará a abandonar Melide por la rúa Progreso, 
que así se llama dentro de la población a la N -547.


Edificio del Ayuntamiento de Melide y Museo da Terra de Melide
La iglesia de Santa María de Melide, que no visitamos para no desviarnos de la ruta establecida (queda a la izquierda de nuestra marcha) es un templo románico de finales del siglo XII, de una sola nave y ábside semicircular y tiene como característica peculiar albergar la única reja románica de Galicia. 

No volveremos a ver peregrinos a pie hasta Boente, pues ellos han tomado una pista que los lleva, rodeados de eucaliptos y prados, hasta el empedrado del río Catasol, afluente del Furelos. Indudablemente las vistas de las que ellos disfrutan son, con mucho, mejores que las nuestras, pero este es el peaje que debemos pagar por ir sobre asfalto.

Estas van a ser nuestras vistas en esta parte del recorrido
Boente aparece ante nuestros ojos como un puñado de casas a cada lado de la carretera, y es aquí donde pararemos de nuevo a sellar nuestra credencial, pues encontramos la iglesia de Santiago abierta a los peregrinos. 

A la entrada de Boente, junto a campos de maizales que proliferan en el camino

No hay muchos peregrinos, y tenemos tiempo de posar junto al Santo


A estas alturas de etapa vamos casi paralelos a los viandantes, que han bajado por una pista hasta el río Boente y el lugar de Punta Brea, salvando la carretera a través de un pequeño pasadizo.

De nuevo, su camino se separa del nuestro y lo único que nosotros vemos de los lugares que atraviesan los caminantes son las señales a pie de carretera que nos indican las salidas hacia uno u otro pueblo. 

Ellos por su parte, alcanzarán varios lugares de las parroquias de Figueiroa y Castañeda, localidad esta última donde se ubicaban los hornos de cal que transformaban las piedras que los peregrinos traían desde Triacastela. 

Si siguiésemos su misma ruta, nos tocaría descender por una pista asfaltada hasta el arroyo Ribeiral, localizado entre Pedrido y Río, para posteriormente remontar y volver a bajar hasta el río Iso, que da acceso a Ribadiso da Baixo, aldea de la parroquia de Rendal.

Como no ha sido así, ya que siempre hemos ido por la carretera, alcanzamos a los caminantes en la Avenida de Lugo, entrando ya en la localidad de Arzúa.

Nuestras fotos a los pies de estas señales dan fe de que hemos hecho el recorrido


Aquí dejaremos a los que llegan con nosotros, pues es normal pernoctar en Arzúa y enlazaremos con los que salen en ese momento de la población, teniendo en cuenta que como hemos hecho todo el trayecto por asfalto aún es pronto y algunos peregrinos no madrugan mucho. 

Quedan unos diez kilómetros hasta alcanzar Salceda, pocos en comparación con lo recorrido hasta ahora, pero que se nos hacen interminables, no sabemos si será por el cansancio acumulado de días atrás o porque queremos llegar cuanto antes para tomarnos una cerveza bien fría. 

Grandes rebaños de vacas contemplan nuestro paso
Como quiera que sea, no envidiamos a nuestros compañeros a pie, pues ellos, tras abandonar Arzúa tomarán por un camino rural hasta la fuente Os Franceses, cruzarán el río Vello y alcanzarán As Barrosas y su capilla de San Lázaro. Para quien esté interesado, diremos que en este punto del Camino se encuentra el Mojón 36.

Arroyos cristalinos y extensos prados cubiertos de maíz, serán la tónica general de este tramo, salpicados por pequeñas aldeas, todas pertenecientes a la parroquia de Burres y algunas de ellas con ermitas e iglesias centenarias. 

Calzada será la última población que los caminantes encuentren dentro del Concello de Arzúa, pues pronto será el Concello de O Pino quien les dé la bienvenida. 

Tras Calle y Boavista, será Salceda, a la que nosotros llegaremos sin abandonar la nacional, el lugar marcado en nuestro itinerario como final de esta quinta etapa.

Apenas unos metros más y habremos cumplido nuestra etapa



Aquí está Javier, disfrutando de la cerveza soñada

Aunque con un perfil ondulado, la línea amarilla indica que hemos llevado buena velocidad



1 comentario:

  1. Hola compañeros, que viaje!!!, veo que faltan las anécdotas, pero ya nos las contareis..... os habéis quedado en Salceda?, habéis llegado a Santiago?.... Por favor poner la última etapa para que podamos leerla, no hagáis como TV1 que deja las series sin final…..

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